DIGILEC Revista Internacional de Lenguas y Culturas 8
Digilec 10 (2023), pp. 1-19
lengua colonizadora), dado que es más fácil su adopción puesto que ya ha sufrido
procesos de normativización y estandarización.
El inglés es considerado una lengua internacional supranacional (Graddol 1997, p.
13, en Lee McKay, 2002, p. 33) dado que es una lengua utilizada en diferentes naciones
de los diferentes continentes y cumple una función vehicular al ser utilizada como lengua
de comunicación en muchísimos ámbitos y eventos. Esta lengua tiene un “estatus global
hegemónico ratificado por los discursos que lo acompañan” (Canale, 2009, p. 112), y su
uso está ampliamente difundido como lengua primera (L1), lengua segunda (L2) y lengua
extranjera (LE) (Jenkins, 2002; Machado Pereira et al. 2020; Trudgill y Hannah, 2008).
En el ámbito científico, según Hamel (2013), más del 80 % de las publicaciones en el área
de ciencias sociales y el 90 % en el área de ciencias naturales, están en inglés; lo cual
muestra el estatus y prestigio de la lengua inglesa como lengua de la ciencia y la academia.
Por ello, muchas universidades incluyen cursos de inglés y reivindican la importancia de
saber esta lengua. También por ello, varios lingüistas, investigadores y asociaciones como
la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL) recomiendan la
adopción de perspectivas plurilingües que fomenten una ecología lingüística sustentable
y que den cuenta de los hallazgos científicos a nivel local, regional y global. A través de
la ALFAL, varios académicos abogan por:
La preservación y el reforzamiento de modelos plurilingües de investigación, docencia y
comunicación científica, basados en nuestras principales lenguas de integración
latinoamericana, el español y el portugués, sin cerrarles nunca las puertas a las lenguas
indígenas y de inmigración; y la apropiación vigorosa del inglés y de otras lenguas
extranjeras a partir de las necesidades y en las modalidades definidas por nuestras
comunidades científicas, impulsando la internacionalización de la investigación y
enseñanza. Esto posibilitará fortalecer una relación con el inglés a partir de una posición
no marcada por la subalternidad. (ALFAL, 2017, p. 3)
Desde una perspectiva decolonizadora varias universidades, como la que se estudió en
este proyecto, intentan promover perspectivas que permitan mayor acceso al
conocimiento, participación amplia en los diferentes ámbitos de producción y circulación
de conocimiento, y la mayor difusión posible de los hallazgos científicos tanto a nivel
internacional como de las sociedades civiles locales. Por ello, en muchos casos incluyen
tanto cursos en inglés como de otras lenguas internacionales y de lenguas minoritarias.
La forma en que se percibe a la lengua inglesa durante los procesos de
internacionalización deja entrever qué funciones de esta se ponderan y, por tanto, cómo
se concibe el proceso. Las funciones del inglés se pueden dividir en cuatro categorías
(Canale, 2009; Canale y Pugliese, 2011; López, 2013): i) las que consideran al inglés
como lengua puente entre naciones; ii) como lingua franca global; iii) como lengua que
permite acceder a más y mejores fuentes laborales y económicas; y iv) como lengua que
favorece el desarrollo sociocultural.
En Uruguay, López (2013) y Canale y Pugliese (2011) indagaron las funciones del
inglés a las que se apela en la prensa y en instituciones educativas no universitarias en
Montevideo y señalaron que se suelen ponderar perspectivas utilitaristas que asocian al