Este número monográfico sobre ecofeminismo(s) se inserta en el marco de los ensayos que promovían la igualación de la mujer y que han aparecido desde la era moderna en varios países europeos, como el del autor francés François Poullain de la Barre en De la educación de las damas (1671) o The Equality of the Sexes (1673) o con las británicas Mary Astell, A Serious Proposal to the Ladies (1694-97) y Mary Wollstonecraft, Vindication of the Rights of Woman (1792), y con muchos otros pensadores que desde el renacimiento enfatizaron la necesidad de que las mujeres sean consideradas iguales tanto desde el punto de vista intelectual como de sus derechos civiles como ciudadanas. La mujer o los animales eran muchas veces equiparados y considerados como seres subsidiarios, con el propósito de cuidar, ayudar o abastecer en la sociedad patriarcal. La defensa de los animales ya había sido valorada por las sufragistas británicas, que -además de reivindicar el derecho al voto- se oponían claramente a la vivisección de animales no humanos como una conducta carente de ética y empatía.